De tal palo tal astilla

Sólo hicieron falta 9 meses para que nos enteráramos de una más de las fiestas de nuestros más respetados representantes nacionales.
Sí, después de las hazañas de nuestra selección mayor en Monterrey en septiembre de 2010 (click aquí), las nuevas generaciones de nuestro futbol han aprendido las lecciones del pasado y han seguido el glorioso camino de sus admirados jugadores que integran el honorable puesto 28 en la lista mundial de clasificación de la FIFA. Sí, leyó usted bien, el lugar 28, sólo unos puestos por encima del poderosísimo Egipto y más abajo que la peligrosísima selección de Australia.
Pues es este el ejemplo que siguen nuestros futbolistas jóvenes.
Pero no los vamos a juzgar aquí por haber contratado prostitutas, o por admirar a sus hermanos seleccionados mayores, o por mantenernos en vilo y preocupados por la carnicería que les espera en los próximos días en Argentina. Ni siquiera los juzgaremos porque hicieran esto en Ecuador y no en Colombia, que es donde lo haría cualquier putañero con un poco de auto respeto.
Lo que tenemos que juzgarles es la inocencia de sus actos más perversos.
Recapitulemos.
La selección llega a Quito. El sábado 25 juegan contra Ecuador, pero para preparase bien deciden contratar a unas muchachonas un día antes, 6 muchachonas. El viernes por la mañana el equipo sale del hotel. Le ganan a Ecuador. Regresan al hotel a festejar (seguramente pedirían otras muchachonas galantes para celebrar). Se dan cuenta de que les han robado. Acuden al lobby del hotel y acusan a la administración del hotel de irresponsables (¡!).
En el colmo del ridículo, la embajada mexicana en Ecuador a cargo de Ernesto Campos Tenorio, se puso en contacto con el Hotel Quito para exigir la restitución de los 15mil dólares que en artículos diversos habían sido robados a los inocentes y calenturientos púberes.
El hotel sale a defender su honor propio, y presenta las imágenes en las que las prostitutas llegan al hotel de la mano del utilero (¡¡!!) alrededor de las 22.45 del viernes.






Pero lo más ridículo del caso, lo más inocente de los seleccionados y lo más bonito de la historia, es que todavía después de que les han robado, los seleccionados de nuevo llevaron prostitutas al mismo hotel contra el que echaron chispas el día anterior. A las 03:19 del domingo se registra en video la entrada de sexoservidoras a las habitaciones de nuestros semi héroes nacionales.
En la madrugada del domingo se da una fiesta de sexo y clembuterol que ni en los sueños más húmedos de Charlie Sheen podría ser posible, 8 jugadores de selección y 6 prostitutas ecuatorianas. ¿Cómo habrá sido la repartición en esa noche felliniana? La pregunta es pertinente cuando nos enteramos de que la policía local encontró solamente cinco preservativos usados en la habitación 109 (la de Jonathan y Vidrio). Las respuestas a esta interrogante pueden ser demasiado escabrosas, salgamos del tema por la tangente y mejor preguntémonos: a la luz de lo que hizo Giovanni en 2010 y de lo que ha hecho apenas Jonathan, me pregunto ¿Cómo habrán sido las fiestas de cumpleaños de los niños Dos Santos?
Tiziano ya lo imaginaba en 1519, pero aquí tenemos una foto verdadera de las fiestas familiares de los Dos Santos.
Y para rememorar los gloriosos ochentas, lanzamos el reto de encontrar a los Dos Santos. ¿Dónde está Giovanni? ¿Dónde está Jonathan?




p.s. una felicitación para el utilero Jacobo Gómez, él sí cumple todas sus misiones.