13.5.14

Shining

Y así fue como resolví el misterio de quiénes estaban muertos y quiénes vivos en El Resplandor



3.3.14

The Italian Stallion

Si usted vivió su infancia durante los 90’s seguramente estará más que familiarizado con este súperstar de la televisión pública en México, aunque esto no es necesario para saber quién es, sí nos sirve como punto de arranque. 

Las tardes de sábado en el canal 5 se presentaba el novedosísimo formato de trilogía monotemática, es decir,  una tarde en la que se presentaban 3 películas con referentes comunes, que al principio se pretendía fueran 3 filmes de una misma saga; Chucky I, II y III, por ejemplo (más adelante los referentes comunes fueron tan rebuscados que las tardes de trilogía parecían más bien una serie de películas seleccionadas al azar de entre la videoteca de Televisa). Y recuerdo que esa formato de trilogías lo inauguraron las primeras 3 películas de John Rambo, ese trastocado soldado que regresa de Vietnam sólo para encontrarse con un orden social (encarnado en la primera parte por Brian Dennehy) que le rechaza y expulsa del pueblo antes incluso de que sepamos quién es él.

Los conflictos internos de John Rambo aunados al hostigamiento de la policía local, desatan un infierno sobre el pueblo de Hope, en Washington; y más adelante sobre Vietnam y posteriormente sobre Afganistan en la tercera parte.
Es la primera parte de la saga de Rambo la que rescata a la franquicia (como en la saga de Rocky). Creo que no sería exagerado decir que los primeros éxitos comerciales de Sylvester Stallone presentaban personajes un poco más complejos, aunque esto no le quita el mérito de ser un pésimo actor. 
Desde sus comienzos en la farándula Sylvester Stallone dio de qué hablar, al escribir y dirigir una de las películas más emblemáticas del cine estadounidense con un bajísimo presupuesto y llegar a ganar el Oscar a mejor película en 1976 por Rocky. Para muchos, la historia de Sylester Stallone (como la del mismo Rocky) llegó a representar el ideal del sueño americano, un muchacho que a base de esfuerzo y talento logró el éxito.

Hablo de las viejas tardes de fin de semana viendo TV en casa solamente porque hace poco retomé el hábito de ver TV en sábado a media tarde, y fue precisamente uno de estos sábados cuando viendo TV con un viejo amigo nos encontramos con la película El Especialista, un thriller de acción en el que se nos hizo evidente lo que tuvimos frente a la cara por años y de lo que nunca caímos en cuenta.
Es bien sabido que Sylvester Stallone participó en su juventud en la película pornográfica The Party at Kitty and Stud’s (pobrecita Kitty), un trabajo que le representó 200 dólares de ganancia cuando tenía solamente 20 en su cuenta bancaria. Huelga decir que la necesidad le llevó a este papel, dice él…
Las nalgas y los genitales de Stallone cobraron fama cuando se dio a conocer la noticia siendo ya Sly un reconocido nominado al Oscar.
Stallone no negó el hecho y su estrategia consistió en comprar todas las copias legales del filme, pero el morbo continuaba y, pues Sly optó por una estrategia un poco menos convencional: hacer su propio dinero exhibiendo sus nalgas en lugar de dejarle el negocio a los chantajistas que le amenazaban constantemente.    

Terrible noticia para todos nosotros.

Sly Stallone no sólo ostenta el récord Guiness por protagonizar la película más violenta de la historia, la 4ta entrega de la saga de Rambo en 2008, un récord que se arrebató a sí mismo (antes de esta película el récord mundial lo tenía Rambo III con 108 víctimas mortales); también tiene el honor de haber presentado sus pinturas y obras artísticas (sí, leyeron bien) en galerías de arte de St. Moritz, San Petersburgo y Miami. Y no sólo eso, sino que también ostenta (estamos seguros) el récord de ser el actor estadounidense de películas de acción con más escenas en las que aparecen sus nalgas, escenas, por lo demás, en las que aparecen insertas como un mero capricho del Italian Stallion,  pues no aportan nada a la trama.

Así pues, en alterofilia (sin hache) les presentamos este breve recuento de la aparición de la retaguardia, en papel secundario, de este mini héroe de acción.

1.- The Party at Kitty and Stud’s (cuando baila con Kitty)



2.- First Blood (cuando lo bañan en prisión)

3.- First Blood Part II (cuando lo torturan los vietnamitas)



4.- Tango y Cash (doble desnudo posterior con Kurt Russell)  



5.- Para o mamá dispara! (mamá lo encuentra en la ducha)



6.- Demolition Man (al ser criogenizado al comienzo de la película)



7.- The Specialist (en la ducha con Sharon Stone)





Por supuesto que después de Copland en 1997 el físico de Stallone se hallaba fuera de forma y, en una inteligente decisión dejó de mostrarse como modelo de desnudo masculino. Al menos eso he detectado en las poquísimas películas de Sly que vi después de 1997, al tiempo que pensé que dejaba yo de ser un niño (grave error mío de esa época que sigue sin terminar); así que si tienen noticias de otro filme en el que Sly se luzca, no duden en escribir.






Nota: hay por ahí en blogger un espacio dedicado a este actor, bastante interesante y con la siguiente dirección



27.1.14

JEP (1939-2014)

Debo ser obediente, debo ser obediente,
debo ser obediente con mis padres y con mis maestros…

Desobedece y haz poesía cuando te pidan ser Poeta, que los premios son la corona de los pedantes y el primer escalón del artista.  
Tira tus pantalones a la entrada de la Universidad de Alcalá que quien no lo haga los recogerá.
Mata el arte y revive a su fantasma. Vuélvete rico, vuélvete lengua.
Sé la excelencia o retírate con los despreciables, pero no lo digas, nunca. No lo uno, no lo otro.
Lee, escribe, traduce y edita. Recorta los laureles de esa corona de flores, de gardenias con su perfume musical, baila con esa Condesa que te arrebataron los agitados tiempos presentes y los ejes viales. Defiende a esta ciudad indefendible y cásate con ella, prístina cronista apersonada a tu lado. Y contempla, y ve y bebe de tu copa con ella, que de algún tiempo a esta parte te has encargado de preparar el último día del mundo en el que dirás su nombre.

Pero sobre todo descansa, pero no en paz que eso es para los mortales sin letras.         

8.1.14

Payasos en la lavadora

Ahora casi todos los culpables estamos convencidos de que la gente son sencillamente extras, actores sin frase pagados por el Estado para rellenar, para conseguir que las calles de mi ciudad parezcan habitables, para hacernos más llevadera la vida a los que, por alguna razón, nos hemos equivocado alguna vez. De ahí su mirada despreocupada, su risa fácil. Hay que tener cuidado, porque poco a poco van confiándose, pisando más fuerte, hablando más alto, parándose delante de los escaparates; lentamente van perdiendo el miedo y de pronto un día te miran y te hablan, y se atreven a responderte, a opinar, a dictar sentencia.

- Alex de la Iglesia

Payasos en la Lavadora, 107