La lucha libre ha sido para mí desde la infancia una alegría de fin de semana, pero no solamente eso, la lucha libre en mi infancia era la representación de la titánica batalla entre el bien y el mal. Antes de que las grandes corporaciones se apoderaran del espectáculo aéreo que nos ha dado nombre en tierras frías, antes de que los luchadores prestaran su nombre para apoyar candidatos en campañas políticas, antes de que aparecieran como hormigas consejos y asociaciones de lucha bajo la lógica de que la diversificación de la oferta aumenta la calidad, antes de que la lucha cayera en manos de los seres humanos con toda su podredumbre.
No se de un niño que le gusten las películas del santo, ni siquiera un adolescente. La figura del luchador se ha quedado sin pedestales.
La nota que descubrimos estos días en los noticiarios nos ha dejado atónitos.
El crimen se ha apoderado por completo de nosotros.
Resulta que dos mini ídolos, Parquita y Espectrito, aparecieron muertos en la habitación de un hotel del centro. Admito que al principio pensé que estaban ahí firmando (con sangre?) una alianza para hacerse del trono de la lucha enana. Pero lo que ha sucedido es que, según noticiarios, estos dos mini colosos habían salido de una función y se fueron a celebrar a la plaza Garibaldi; ya entrados en ambiente, y con unos mini tequilas encima, se adentraron en las peligrosas fauces de los table-dance alrededor de la plaza. Un par de mini chicas del lugar se acercaron, los mini convencieron, y se fueron juntos, los cuatro, a continuar la mini fiesta en la habitación 52 del hotel “Moderno”.
Unos momentos después las mini amigas salían del hotel, al encargado le pareció extraña la mini situación y subió a buscar a sus mini clientes. En la cama estaban muertos los mini gladiadores.
¿Qué ha pasado entonces con esta ciudad?
Se entiende que a gran número de chilangos tenga que haber algunos crímenes, pero que asalten y maten no a uno, sino a dos héroes del pueblo es algo que vuelve preocupante la convivencia citadina.
¿Qué es la muerte de Juan Pablo II? ¿Qué es la muerte de Michael Jackson, la de Lady D, la de Ayrton Senna, la de Cantinflas o la de Mario Benedetti? Nada
Nada nos hace pensar más en los problemas de la época actual que la muerte de estas dos representaciones, a escala 1:2, de la eterna lucha entre el bien y el mal.
No se de un niño que le gusten las películas del santo, ni siquiera un adolescente. La figura del luchador se ha quedado sin pedestales.
La nota que descubrimos estos días en los noticiarios nos ha dejado atónitos.
El crimen se ha apoderado por completo de nosotros.
Resulta que dos mini ídolos, Parquita y Espectrito, aparecieron muertos en la habitación de un hotel del centro. Admito que al principio pensé que estaban ahí firmando (con sangre?) una alianza para hacerse del trono de la lucha enana. Pero lo que ha sucedido es que, según noticiarios, estos dos mini colosos habían salido de una función y se fueron a celebrar a la plaza Garibaldi; ya entrados en ambiente, y con unos mini tequilas encima, se adentraron en las peligrosas fauces de los table-dance alrededor de la plaza. Un par de mini chicas del lugar se acercaron, los mini convencieron, y se fueron juntos, los cuatro, a continuar la mini fiesta en la habitación 52 del hotel “Moderno”.
Unos momentos después las mini amigas salían del hotel, al encargado le pareció extraña la mini situación y subió a buscar a sus mini clientes. En la cama estaban muertos los mini gladiadores.
¿Qué ha pasado entonces con esta ciudad?
Se entiende que a gran número de chilangos tenga que haber algunos crímenes, pero que asalten y maten no a uno, sino a dos héroes del pueblo es algo que vuelve preocupante la convivencia citadina.
¿Qué es la muerte de Juan Pablo II? ¿Qué es la muerte de Michael Jackson, la de Lady D, la de Ayrton Senna, la de Cantinflas o la de Mario Benedetti? Nada
Nada nos hace pensar más en los problemas de la época actual que la muerte de estas dos representaciones, a escala 1:2, de la eterna lucha entre el bien y el mal.
ya agarraron a una
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