20.4.16

Existe Superman? Sí o no y por qué?

Los superhéroes y la filosofía siempre han ido de la mano, de ahí que gran parte de la gente a la que gustan las humanidades seamos niños curiosos incluso hasta los 40 años (bendita niñez cuadragenaria).
En clase por ejemplo, les hablo constantemente a mis alumnos sobre la identidad y lo harto difícil que es encontrarla aun cuando todos nosotros andamos por ahí por el mundo peleando con los demás por defender nuestra propia identidad, como si ignoráramos que en el fondo no sabemos quiénes somos. No sabemos quiénes somos ni lo sabremos, esa es la parte del espíritu humano que nos hace movernos, siempre estamos tratando de completar nuestra limitada finitud a través de actividades productivas (estudiando, trabajando, procreando…). No hacemos las cosas por hacerlas, queremos que nuestro hacer nos lleve a algún lugar, esto es, a nosotros mismos que es lo mismo que la autoconciencia plena. (LOL!)

Y cuando les hablo de esto a mis alumnos el ejemplo que más me gusta usar es el de Batman y Bruce Wayne (Bruno Díaz como lo conocimos los que veíamos la serie de Adam West) ¿quién es quién? ¿Es Bruce Wayne quien se disfraza de Batman? ¿O es acaso Batman quien se disfraza de Bruce? El dilema de responder a esa pregunta es comprometerse con todo lo que la respuesta implique, si decimos que el disfraz es Batman habremos de asumir que la clara racionalidad wayneana es la que domina sobre la sombría personalidad de Batman; si decimos en cambio que Bruce es el disfraz habremos de decir que es la oscuridad moral y la noche lo que predomina en el comportamiento humano de Wayne.
Así comienza el curso de antropología, pero sin redactarse en estado etílico. La explicación en vivo siempre será mejor, no es pretexto de mala escritura sino simple clasicismo ingenuo.

Pero los superhéroes tienen también el poder de traspasar ciertos universos, como cuando Batman o Superman pueden saltar del universo metafísico en el que se habla sobre identidad al universo en el que se habla sobre el dilema moral en el que cuestiona la eficacia de la legalidad y se trastrocan el bien y el mal. Pueden saltar también al universo en el que se analiza su papel político al interior del cuerpo social o pueden, si quieren, brincar al universo en el que se cuestiona sobre las condiciones de posibilidad de ellos mismos, es decir los supuestos que validan o invalidan la existencia de uno o cualquier posible Batman en todos y cada uno de los universos posibles.
¿Cómo? ¿No se entendió? Yo tampoco, creo... reitero mi preferencia por la palabra hablada.
Pero debo al menos dibujar la cuestión, o ayudarme con el recurso de moda entre el estudiantado para fundamentar sus ensayos previos al examen final: con Facebook.

Quien diga que FB está lleno de explicaciones sinsentido e infundadas es porque no se ha encontrado cosillas bonitas como esta…







El grupo de FB se llama Philosophia, síganlo que tiene cosas muy interesantes (a menos que seas filósofo de profesión, en cuyo caso ya deberías saber todo lo que ahí se publique)

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