2.2.12
Groundhog Day!
La primera vez que vi esta película me pareció solamente una comedia más (claro, de toda la gente que conozco soy quizá el que tiene menos sentido común). Con los años he aprendido a escuchar aunque sea solamente un poquito más.
La trama de Hechizo del Tiempo (Groundhog Day) es tan simple como profunda.
Phil Connors es un meteorólogo televisivo cuya cadena lo ha enviado al olvidado pueblo de Punxsutawney a cubrir la ridícula historia de una marmota (que también se llama Phil) que, cada 2 de febrero, pronostica el tiempo en el invierno venidero.
Phil, por supuesto, se encuentra agraviado con tal misión y desde el principio se siente repelido por el pueblo y su gente. Es además un personaje engreído y egoísta, por lo que la repulsión es mutua con el pueblo e incluso con sus compañeros. Así, ese 2 de febrero resulta extenuante física y emocionalmente para Phil. El peor día de su vida se complementa con el hecho de que, debido a una próxima tormenta de nieve, el equipo de corresponsales del clima no puede salir de Punxsutawney sino hasta el 3 de febrero.
Al día siguiente, y con la esperanza de salir de ahí a toda velocidad, prepara sus cosas y se dispone a partir. Pero ocurre un pequeño detalle, en Punxsutawney todo sigue igual que el día anterior, parece ser de nuevo el día de la marmota. Y lo seguirá siendo.
Phil se queda atrapado en el tiempo, atrapado en el hoy, y la película es un intento tras otro para salir del día de la marmota.
Y es aquí donde la historia se pone interesante.
¿Qué hacer cuando todos los días son el mismo?
La reacción de Phil es la más lógica, buscar el truco, averiguar quién está jugándole tan cruenta broma. Lo siguiente es, una vez que se ve solo, buscar un aliado, alguien que le escuche y se entere de que el mundo se está repitiendo una y otra y otra vez en el mismo día. Nada, nadie le cree, pero aún si lo hicieran no pasará nada, al día siguiente el proceso sería el mismo: convencer a la gente de que las cosas se repiten, de que el mañana y el ayer son lo mismo.
Entonces, el horizonte de posibilidades se le abre a Phil. En un universo en el que los actos no tienen consecuencias en un mañana que no existe, las posibilidades son infinitas. Mujeres; la meta de Phil es entonces la conquista de las mejores damas de Punxsutawney. La técnica: saber todo sobre ellas (hay tiempo de sobra y oportunidades infinitas) y llevarlas a la cama.
Esta tarea, con todo y sus metas cumplidas, pronto se le vuelve fútil. La carne siempre es la misma, el sexo es el mismo todos los días.
Entonces robar sería una buena opción. Si no hay mañana, el mal de hoy nadie lo recordará.
Pero es dinero que no podrá usarse más que un 2 de febrero. Los bienes tangibles solamente sirven en la constante repetitividad del día de la marmota, en esa mismo ciclo de hartazgo que es precisamente del que se quiere uno escapar. Suena a cliché, pero el dinero es parte del ciclo vicioso de la infelicidad de lo cotidiano.
El hartazgo.
El suicidio podría ser una buena salida.
Pero no funciona.
Phil: I have been stabbed, shot, poisoned, frozen, hung, electrocuted, and burned.
Rita: Oh, really?
Phil: ...and every morning I wake up without a scratch on me, not a dent in the fender... I am an immortal.
La inmortalidad no es tan divertida. Ser Dios debe ser horroroso.
Phil: Well maybe the *real* God uses tricks, you know? Maybe he's not omnipotent. He's just been around so long he knows everything.
La divinidad posee el don perpetuo del tiempo, el tiempo nunca fue tan valioso. Y las cosas que valen nunca duraron tan poco tiempo.
Quizá valdría la pena darle valor al tiempo: Phil comienza a hacer el bien sin mirar a quién. Vagabundos, pelmazos vendedores de seguros, ancianas, niños, personas…
Los días se hacen entonces llevaderos, pero siguen siendo el mismo. Al parecer el bien no mueve el calendario, solamente nos da la falsa óptica de un transcurrir cronológico que vuelve sobre sí mismo y nos da el bienestar de sentirnos en realidad útiles, aunque esa realidad esté entrecomillada hasta las entrañas.
Entonces aparece Rita, o mejor dicho, reaparece.
Siempre estuvo ahí pero siempre fue una dictadora, siempre fue imposible. (Vaya expresión!)
Pero si eres infinito, has de aspirar a lo imposible.
El cortejo.
La relación entre Phil y Rita es una caracola de contradicciones, un estira y afloja que toma aires de cursilería cuando se compara con un par de adolescentes en el forcejeo sentimental. Aquí Phil no tiene ninguna ventaja sobre Rita, ella parece no ser parte del juego de la permanencia insufrible del mundo. No hay receta. Lo que ocurre en días pasados (todos 2 de febrero) no son elementos útiles para cocinar el binomio Phil-Rita. Parece que el “pasado” no rige el perpetuo presente, pero entonces quizá el perpetuo presente no deba regir al imposible futuro.
Rita se vuelve entonces ese objeto del deseo, ese anhelo, esperanza. ¿De qué? De un mañana, del desmoronamiento de la monotonía.
Hechizo del tiempo es una comedia romántica, así que el final no es nada impredecible. El amor echa a andar el segundero de la existencia en el invierno de la mismidad.
El amor rompiendo la monotonía de lo concreto. El anhelo por encima de lo dado. El futuro está siempre latente en nosotros cuando nos vemos en el otro. El amor es lo imposible, pero es también el sentido (en la dimensión espacial y conceptual; claro, no hay conceptos no espaciales).
Y no hay duda de ello. El verdadero sentimiento amoroso ocurre como tensa expectativa, o más propiamente como pasión, en el sentido que le da Trías.
Lucha contra el mundo-objeto. Supervivencia
Then put your little hand in mine
There ain't no hill or mountain we can't climb
La ridícula canción de Cher y Sonny no podría sernos bella en otro contexto. Es el despertador de Phil cada mañana (también el nuestro), la llamada al mundo.
Y cuando deja de aparecer ese llamado es porque el día 3 ha llegado, y despertar con Rita es señal de que el mundo se está moviendo. El hoy perpetuo se ha ido, vengan los anhelos.
Es el desbordamiento de lo ilimitado, como decía Nietzsche en las pocas veces que hablaba sobre el amor. Es lo que ocurre cuando el mañana es el presente y viceversa, cuando ocurre la ciencia jovial.
Cuando nos damos cuenta que la verdadera seriedad de la vida es solamente la seriedad que le damos al juego.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario