cold souls

Rara vez la ciencia ficción se me hace tan divertida, normalmente me la tomo en serio.
Cold Souls cuenta la historia de Paul Giamatti, un actor (que se interpreta a sí mismo) atrapado en medio de una obra teatral a la cual nomás no acaba de aterrizar el personaje que le toca interpretar. Giamatti, profesional todo él, busca ayuda para interpretar mejor el papel en la obra. ¿Remedio? Deshacerse de su alma por unos días. El negocio de moda en NY, almacenaje en frío de las almas, un servicio que proporciona al cliente la tranquilidad para desenvolverse en su trabajo de la manera ideal.
La idea me parece estupenda, “deshágase de su alma, viva mas tranquilo”.
Giamatti, aun dudoso, acude para darse cuenta del enorme beneficio que ofrece esta empresa de almacenaje que, si uno lo desea y por una pequeña contribución extra, te puede también prestar otras almas en caso de que tengas curiosidad por sentir otras cosas.
Al final se trata de una cinta de auto descubrimiento, un buen modo de contar un viaje hacia el sí-mismo, hacia el ácido e incómodo sí-mismo.
Lo genial de la cinta es que se escapa de las interpretaciones religiosas, inmiscuyéndose más bien en la crítica a la comercialización desmesurada y a las políticas de gobiernos o empresas multinacionales (referencias al impuesto sobre almacenaje de almas, mercado negro de almas, regularización de almas robadas –jaja-).
Giamatti, como casi siempre, resulta excelente y el aderezo del cast lo pone Emily Watson.
El dialogo inicial de Giamatti con el director de la empresa es genial y anuncia ya que la película se volverá agradabilísima, si es que existe tal palabra (vaya, sí existe, hehe).

Dr. Flinstein:
- Ahora, ¿alguna vez ha ido al circo? ¿Ha visto a los elefantes parados, tranquilos, atados a un pequeño palo de madera?

Giamatti:
- Aja

Dr. Flinstein:
- Verá, cuando el elefante es joven y relativamente débil, está atado a un palo que el no puede mover. Así, mas tarde y sin importar cuan grande o fuerte se haga el elefante, sigue creyendo que no se puede liberar por sí mismo. Mucha gente muy inteligente es como los elefantes de circo. Nunca se cuestionan sobre sus limitaciones auto impuestas. Y el alma es el palo de madera de los elefantes. Se necesita romper esa cadena.

Giamatti:
- Oquei, entiendo todo eso Dr. Flinstein. Em, pero creo que mi situación es un poco mas compleja.




Véala, píquele al trailer.