Si usted vivió su infancia durante los 90’s seguramente
estará más que familiarizado con este súperstar de la televisión pública en
México, aunque esto no es necesario para saber quién es, sí nos sirve como punto de arranque.
Las tardes de sábado en el canal 5 se presentaba el novedosísimo
formato de trilogía monotemática, es decir, una tarde en la que se presentaban 3 películas
con referentes comunes, que al principio se pretendía fueran 3 filmes de una
misma saga; Chucky I, II y III, por
ejemplo (más adelante los referentes comunes fueron tan rebuscados que las
tardes de trilogía parecían más bien una serie de películas seleccionadas al
azar de entre la videoteca de Televisa). Y recuerdo que esa formato de
trilogías lo inauguraron las primeras 3 películas de John Rambo, ese trastocado
soldado que regresa de Vietnam sólo para encontrarse con un orden social
(encarnado en la primera parte por Brian Dennehy) que le rechaza y expulsa del
pueblo antes incluso de que sepamos quién es él.
Los conflictos internos de John Rambo aunados al
hostigamiento de la policía local, desatan un infierno sobre el pueblo de Hope,
en Washington; y más adelante sobre Vietnam y posteriormente sobre Afganistan
en la tercera parte.
Es la primera parte de la saga de Rambo la que rescata a la
franquicia (como en la saga de Rocky). Creo que no sería exagerado decir que
los primeros éxitos comerciales de Sylvester Stallone presentaban personajes un
poco más complejos, aunque esto no le quita el mérito de ser un pésimo actor.
Desde sus comienzos en la farándula Sylvester Stallone dio
de qué hablar, al escribir y dirigir una de las películas más emblemáticas del
cine estadounidense con un bajísimo presupuesto y llegar a ganar el Oscar a mejor
película en 1976 por Rocky. Para
muchos, la historia de Sylester Stallone (como la del mismo Rocky) llegó a representar el ideal del
sueño americano, un muchacho que a base de esfuerzo y talento logró el éxito.
Hablo de las viejas tardes de fin de semana viendo TV en casa solamente porque hace poco retomé el hábito de ver TV en sábado a media tarde, y fue precisamente uno de estos sábados cuando viendo TV con un viejo amigo nos encontramos con la película El Especialista, un thriller de acción en el que se nos hizo evidente lo que tuvimos frente a la cara por años y de lo que nunca caímos en cuenta.
Hablo de las viejas tardes de fin de semana viendo TV en casa solamente porque hace poco retomé el hábito de ver TV en sábado a media tarde, y fue precisamente uno de estos sábados cuando viendo TV con un viejo amigo nos encontramos con la película El Especialista, un thriller de acción en el que se nos hizo evidente lo que tuvimos frente a la cara por años y de lo que nunca caímos en cuenta.
Es bien sabido que Sylvester Stallone participó en su
juventud en la película pornográfica The
Party at Kitty and Stud’s (pobrecita Kitty), un trabajo que le representó 200 dólares de
ganancia cuando tenía solamente 20 en su cuenta bancaria. Huelga decir que la necesidad
le llevó a este papel, dice él…
Las nalgas y los genitales de Stallone cobraron fama cuando
se dio a conocer la noticia siendo ya Sly un reconocido nominado al Oscar.
Stallone no negó el hecho y su estrategia consistió en
comprar todas las copias legales del filme, pero el morbo continuaba y, pues
Sly optó por una estrategia un poco menos convencional: hacer su propio dinero
exhibiendo sus nalgas en lugar de dejarle el negocio a los chantajistas que le amenazaban
constantemente.
Terrible noticia para todos nosotros.
Sly Stallone no sólo ostenta el récord Guiness por
protagonizar la película más violenta de la historia, la 4ta entrega de la saga
de Rambo en 2008, un récord que se arrebató a sí mismo (antes de esta película
el récord mundial lo tenía Rambo III
con 108 víctimas mortales); también tiene el honor de haber presentado sus pinturas
y obras artísticas (sí, leyeron bien) en galerías de arte de St. Moritz, San
Petersburgo y Miami. Y no sólo eso, sino que también ostenta (estamos seguros)
el récord de ser el actor estadounidense de películas de acción con más escenas
en las que aparecen sus nalgas, escenas, por lo demás, en las que aparecen
insertas como un mero capricho del Italian
Stallion, pues no aportan nada a la
trama.
Así pues, en alterofilia (sin hache) les presentamos este
breve recuento de la aparición de la retaguardia, en papel secundario, de este
mini héroe de acción.
1.- The Party at Kitty and Stud’s (cuando baila con Kitty)
2.- First Blood (cuando lo bañan en prisión)
3.- First Blood Part II (cuando lo torturan los
vietnamitas)
4.- Tango y Cash (doble desnudo posterior con Kurt Russell)
5.- Para o mamá dispara! (mamá lo encuentra en la
ducha)
6.- Demolition Man (al ser criogenizado al comienzo de
la película)
7.- The Specialist (en la ducha con Sharon Stone)
Por supuesto que después de Copland en 1997 el físico de Stallone se hallaba fuera de forma y,
en una inteligente decisión dejó de mostrarse como modelo de desnudo masculino.
Al menos eso he detectado en las poquísimas películas de Sly que vi después de
1997, al tiempo que pensé que dejaba yo de ser un niño (grave error mío de esa
época que sigue sin terminar); así que si tienen noticias de otro filme en el
que Sly se luzca, no duden en escribir.
Nota: hay por ahí en blogger un espacio dedicado a este
actor, bastante interesante y con la siguiente dirección