Voy a dejar esto por aquí...
"Para Esther, como para todas las chicas de su generación, la
sexualidad no era más que un divertimento placentero, guiado por la seducción y
el erotismo, que no conllevaba ninguna implicación sentimental especial;
seguramente el amor, igual que la piedad según Nietzsche, nunca había sido otra
cosa que una ficción inventada por los débiles para culpabilizar a los fuertes,
para imponer límites a su libertad y su ferocidad naturales. Las mujeres habían
sido débiles, es especial a la hora de parir, en sus comienzos necesitaban
vivir bajo la tutela de un protector poderoso, y a tal efecto habían inventado
el amor, pero en la actualidad se habían vuelto fuertes, eran independientes y
libres, habían renunciado tanto a inspirar como a experimentar un sentimiento
que ya no tenía ninguna justificación concreta. El proyecto milenario
masculino, perfectamente expresado en nuestra época por las películas
pornográficas, consistente en despojar la sexualidad de toda connotación
afectiva para devolverla al campo de la pura diversión, había conseguido
realizarse por fin en esta generación. Lo que yo sentía, esos jóvenes no podían
ni sentirlo ni comprenderlo exactamente, y si hubieran podido habrían
experimentado una especie de incomodidad, como ante algo ridículo y un tanto
vergonzoso, como ante un estigma de tiempos más antiguos. Tras décadas de
condicionamiento y esfuerzos, por fin habían conseguido extirpar de su corazón
uno de los sentimientos humanos más antiguos, y ya estaba hecho, lo que se
había destruido no se podía reconstruir, igual que los añicos de una taza rota
no podrían reensamblarse por sí solos; habían alcanzado su objetivo: no
conocerían el amor en ningún momento de su vida. Eran libres"