La imagen confirmó nuestras sospechas más oscuras de la infancia, el Santo, ese héroe de la infancia mexicana de mi generación, tenía un par de redondos superpoderes. Poderes que heredó su hijo.
Aquí una toma frontal de esas fabulosas 36-D

Como diría el perro... Enooormes!

Miren ustedes... que buen par!

Y el junior las luce (y se las explora)... así!

No hay comentarios:
Publicar un comentario